Quizás. Los huesos cocidos pueden astillarse y causar graves daños internos a los perros. Las costillas de las sobras de la mesa están absolutamente prohibidas, junto con cualquier otro hueso cocido. Los huesos crudos presentan riesgos potenciales y solo deben consumirse bajo una cuidadosa observación.
Los perros pueden disfrutar masticando, e incluso consumiendo, costillas de cerdo o ternera. Las costillas más pequeñas, como las de los pollos, presentan más riesgos y deben evitarse. El fuerte ácido del estómago de los perros ayuda a descomponer los huesos y a matar las bacterias potenciales.
Los perros solo deben comer costillas bajo supervisión, en una superficie que se pueda limpiar fácilmente (como linóleo o baldosas).
Esté atento a estos síntomas, en caso de infección o complicaciones:
Tenemos toneladas de artículos sobre qué alimentos son seguros o peligrosos para su perro, desde bocadillos comunes hasta frutas. También te puede interesar ¿Puede mi perro comer huesos de pollo?